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Thobías Mendelievh
Imagen de Thobías Mendelievh
Información del personaje
Título Lord
Género Masculino
Raza Humano
Edad 72
Clase Alquimista, mago
Ocupación Embajador de la Casa Landcaster
Lugar de nacimiento Trabalomas
Residencia Condado de los Montenor
Estado Vivo

Trasfondo[]

"¿Qué es la Luz sin oscuridad, madre? Son las caras de la misma moneda. Para comer, asesinamos, ¿verdad? Y los reyes conquistan tierras para que su pueblo sea más fuerte, pero asesina y roba a otros, ¿no es así? ¿qué sería de la vida sin la perspectiva de la muerte, madre?"

Infancia[]

El frío, la lluvia, la espesa niebla que cala hasta lo más hondo de los huesos y resquebraja la voluntad del hombre más fuerte. El invierno arreciaba y ahora los verdes y fértiles pastos ya no estaban, en su lugar tan solo había una enorme y gruesa capa de nieve, una manta para ahogar la vida, un desierto helado donde había que pelear para vivir. Todo eso era ajeno, nada importaba, no existía ninguna de esas circunstancias en la casa de los Mendelievh. La rugiente y hambrienta chimenea se alimentaba de madera y a cambio calentaba el interior de la estancia. No había frío, ni hambre, ni sed en aquel lugar. Un criado se acercó al señor de la casa para tenderle una copa de buen vino mientras él observaba sentado en una silla forrada en pieles el nacimiento de su primogénito, aquel al que su madre daría el nombre de Thobías.

Trabalomas era un buen lugar para vivir, al menos si tenías el dinero para permitirte una buena comida y un techo caliente bajo el que dormir en invierno. Sí, no estaba nada mal. Thobías crecía en cuerpo al mismo tiempo que su mente se desarrollaba alimentada por eruditos y profesores de buena fama en la corte, pero su padre se impacientaba. ¿Quién iba a proteger su legado a su muerte? Su primogénito debía dar la talla cuanto antes, ser digno del legado de la familia, ser digno de llevar el apellido. Las horas de estudio se incrementaron y el tiempo libre menguaba con la rapidez con la que se desvanecía la vida de un pajarillo cuando le presionas la tráquea, y cada vez más se hacía patente el poco interés de Thobías en los escudos y las espadas. En su lugar se pasaba la mayor parte del tiempo leyendo, aprendiendo, desde tratados sobre botánica hasta largos y pesados libros de historia militar y estrategia. Sí, Thobías a su temprana edad y ya era consciente de la ignorancia que caracterizaba a la mayor parte de la corte nobiliaria y del séquito real, pensaba que alguien con inteligencia podría manejar a todos aquellos charlatanes como si fuesen estúpidas marionetas, muñecos de trapo sin principios ni ideas al servicio de su voluntad. Sí, debía aprender, debía alimentar la mente, y no los brazos como esperaba su padre. Lo que hacía falta en aquel dantesco juego político era un pensador, un titiritero que manejase los hilos del destino.

A sus dieciséis años comenzó su instrucción en el arte de la magia y de la alquimia bajo el tutelaje de un brillante mago del Kirin Tor. Sus habilidades crecían al mismo tiempo que aumentaba su ambición, y cada vez más la gran biblioteca de la mansión de su familia empezaba a quedarse pequeña. Aunque reticente, su padre financio -con el dinero de su madre- todos sus estudios, así como los libros que iba precisando. Si su hijo no podía dirigir un ejército, al menos no sería un completo idiota de la calaña más baja. 

Los años anteriores al estallido de la Primera Guerra.[]

Thobías había crecido rodeado de sus libros y sus tutores de forma ininterrumpida hasta que su madre murió cuando él alcanzo los veinte años por una enfermedad respiratoria, lo que le empujo a incrementar su interés en la magia y la alquimia, más todavía si cabe, pues creía firmemente que su ambición le llevaría algún día a descubrir una magia con la que pudiese evitar que la gente que quería muriese. La distancia con su padre aumento todavía más y decidió trasladarse a Dalaran para continuar con sus estudios, allí creció y aprendió más rápido de lo que nunca habría soñado de haberse quedado en su casa. Destaco enormemente como alumno y consta de un excelente expediente académico como uno de los más brillantes de su promoción, aunque esto era decir mucho porque apenas había una decena de magos aprendiendo con él.

Paso cinco años viviendo en Dalaran, estudiando por su propia cuenta e incrementando sus conocimientos de magia y alquimia. El recuerdo de su madre le empujaba más y más a interesarse incluso por la magia oscura, de la que leyó (y estudió) numerosos tratados y libros, sediento del conocimiento que algún día le llevaría a alcanzar su meta.

Todo esto cambia cuando a pesar de las reticencias de sus maestros abandona la Ciudad Violeta para mudarse a los señoríos de la familia de su madre, los cuales se hallaban ahora bajo el dominio de su padre. La decepción de Thobías al comprobar que el dinero que tanto esfuerzo y trabajo le había costado a su madre conseguir estaban siendo despilfarrados sin conocimiento por su padre hizo que la distancia entre ambos  -y por otra parte el odio-  creciese de forma considerable.

Mientras su padre vivía rodeado de lujos que no le pertenecían y mancillaba la memoria y el apellido de su madre al derrochar su dinero en mujeres de baja alcurnia y amantes de la más deleznable naturaleza, Thobías tuvo la suerte (o la desgracia) de enamorarse de una mujer, una granjera. Su nombre era Elizabeth Leclair, y dos años más tarde se convertiría en su esposa a los ojos de la Luz en la capilla de Costasur.

La adquisición del título nobiliario. []

Una noche, mientras Thobías paseaba por los jardines del hogar de su padre, ahora borracho y corrupto, observo cómo, sediento de su toxica ambición, firmaba tratos con los Perenolde. Si no le bastaba con mancillar la memoria de su antigua esposa, ahora se juntaba con la calaña más baja entre las familias reales, firmando pactos de apoyo en la política exterior de un reino como Alterac. Aquello había llegado demasiado lejos incluso para aquel hombre, y Thobías no se mantuvo al margen de todo aquello. Varias noches después, tras el fatídico encuentro con los Perenolde, el señor de la casa Mendelievh, Jonathan Alric, aparece muerto en su lecho con un aspecto inhumano. El cuerpo, que había aparecido sin una sola gota de sangre en su interior y con síntomas de putrefacción avanzados, era enterrado en un jardín trasero de los señoríos. Thobías, como primogénito de la casa, recibía el título como cabeza de la Casa Mendelievh, tomando posesión de todas sus tierras y recursos. El tratado con los Perenolde se rompió de forma inmediata y Thobías accedía a la corte del rey Terenas con el resto de familias nobles del reino de Lordaeron.

Dos años más tarde, Elizabeth daría a luz a un niño: Thomas. Con esto, Thobías aseguraba la permanencia del apellido de su madre.

La Segunda Guerra. (Pendiente de edición)[]

En el momento en el que la Segunda Guerra da sus comienzos, Thobías continuaba trabajando en la corte del rey Terenas Menethil, y no fue hasta meses antes del sitio de la capital que se traslado con su familia a la parte más al oeste de los Bosques de Tirisfal, tratando de alejarles así de la guerra. Como muestra de su lealtad al rey, Thobías envió a su hijo Thomas a servir como caballero en el ya maduro ejército de la Alianza.

Con el norte de los Reinos del Este pacificado y con la guerra en el lejano sur, los Mendelievh recuperaron parte de su poderío al instalarse de nuevo en las granjas de Trabalomas, donde prosperaron pacíficamente y sin altercados de ningún tipo a pesar de la agitación provocada por las recientes disensiones políticas. Diez años más tarde, Elizabeth daría a luz a su segundo hijo, William, y su hogar se llenó de dicha hasta que, pasado algún tiempo, el primogénito de Thobías, Thomas, murió en extrañas circunstancias.

Thobías cayó en una profunda depresión y se refugió de nuevo en sus estudios, acudiendo una vez más a la lectura de los tratados sobre magia oscura y de la alquimia más retorcida. En esta época su poder adquisitivo fue menguando hasta la llegada del Azote y, con él, la caída del reino.

Ventormenta, una nueva perspectiva. (Pendiente de edición)[]

Durante la guerra con el Azote y la posterior traición del príncipe los reinos y ciudades en el norte fueron cayendo de forma rápida e inexorable, y la familia Mendelievh, al igual que muchas otras, cayó en la ruina. Se trasladaron junto con lo que quedaba de sus riquezas hacia el sur, hacia las tierras del reino de Ventormenta, donde fueron acogidos sin demasiadas complicaciones. Allí fue prosperando de forma lenta pero segura, ganándose el favor de otras familias y manteniendo así su título nobiliario. Elizabeth daba luz a su hija y moría en el parto. Thobías decidió ponerle el nombre de su madre en recuerdo de su memoria.

William, por propia voluntad, comenzó su instrucción militar hasta lograr su posición de caballero. Por otra parte, Elizabeth, que había heredado el particular talento de su padre para la magia, desmostró con el paso de los años sus habilidades, por lo que cuando cumplió la edad adecuada, su padre decidió mandarla a estudiar bajo el tutelaje de una joven hechicera recientemente titulada.

Actualidad con la Casa Landcaster.[]

Actualmente y por motivos de necesidad y por propio interés, Thobías Mendelievh firma el contrato de vasallaje de su familia a la Casa de los Landcaster y, por ende, a Lord Adkins Landcaster, quien le otorga el título de embajador. 

Su ascensión entre los Landcaster fue en cierta medida sorprendentemente rápida, pues en apenas un mes logró asentar su posición entre los miembros de importancia de la misma pese a la reticencia de muchos de sus miembros dada la personalidad del Mendelievh. Pronto se le otorgó la dirección de la rama diplomática de la Casa y de la Orden de los Vigías, un subgrupo anexo a la Casa cuya finalidad es la de velar por ella cuando es necesario el uso de la magia. 

Con el paso del tiempo, la relación de profunda conflictividad y discrepancia que existía entre Thobías y Eliane Talbot se ha ido transformando y modelando hasta el extremo opuesto, pues ahora el Mendelievh la considera su propia hija, habiéndose establecido entre ambos unos lazos de grandísimo afecto, de la misma manera que ha ocurrido con la joven Inara Coleman a raíz de la relación sentimental que la une a su primogénito, William.  

Apariencia[]

A simple vista destaca por su avanzada edad. Su estatura ronda el metro ochenta y cinco y su aspecto es débil. Tiene los ojos de un profundo verde esmeralda. Utiliza una vara para apoyarse al caminar dada su avanzada edad y, a excepcion de ciertos rasgos que le caracterizan y que pueden resultar extravagantes como el excesivo movimiento de dedos, suele cuidar sus gestos de forma casi obsesiva.

Carácter[]

Thobías es una persona, por lo general, extremadamente fría y calculadora. No suele interesarse por los problemas de los demás a no ser que muestre cierto aprecio por ellos, y desde luego no es alguien especialmente afable. Su carácter artero más que consumado en la política le vuelven una persona extremadamente voluble, mostrando siempre una faceta que complazca a aquel con el que habla, siempre y cuando a él le interese.

Familiares[]

  • Humano Jonathan Alric: Padre (Fallecido)
  • Humana Catherine Mendelievh: Madre (Fallecida)
  • Humana Elizabeth Leclair: Esposa (Fallecida)
  • Humano Thomas Mendelievh: Hijo mayor (Fallecido)
  • Humano William Mendelievh: Hijo mayor
  • Humana Elizabeth Mendelievh: Hija menor
  • Humano Álberic Valdren: Nieto (Por parte de Thomas)
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