Lana Stirling
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Información del personaje | |
Servidor | Tyrande |
Título | Capitán Caballero |
Género | Femenino |
Raza | Humana |
Edad | 24 años |
Clase | Paladín |
Alineamiento | Legal-Bueno |
Ocupación | Capitana de Los Caballeros del Norte |
Lugar de nacimiento | Refugio del Ocaso (Gilneas) |
Residencia | Sin especificar |
Afiliación | Liga de Arathor Ventormenta Lordaeron Los Caballeros del Norte |
Estado | Viva |
Historia[]
Nacida en el Refugio del Ocaso, Gilneas. Su padre, Guardia del Reino, se encargaba desde que era pequeña de enseñarle técnicas de combate básicas siempre que estaba en casa. Su madre, una conocida sastre de la zona, era la que se encargaba de enseñarle el oficio. Desde pequeña le gustaba más la espada que el hilo y madrugaba para entrenarse con los arboles de la zona. Hasta que un lobo perdido en busca de presa la encontró y la ataco. Milagro era la palabra utilizada por la mayoría del vecindario al encontrarla viva.
Visto en toda la familia como un milagro de la luz decidieron instruirla en los caminos de la luz como sacerdotisa. Así, a los pocos días partió con su padre a la ciudad de Gilneas donde comenzaría su estudio de la Luz.
Todo iba bien, todo estaba tranquilo, hasta que un día como otro cualquiera llamaron a la puerta de su casa. Un mensajero de la guardia entregaba una notificación a su padre por la cual debería presentarse ese mismo día en la Puerta Norte de la Ciudad. Faron, que así se llamaba su padre, se visto con la armadura y el tabardo del rey, le dio un beso en la mejilla a su hija y se despidió, como siempre. Nada le hacía pensar a la pequeña Lana la batalla que estaba a punto de ocurrir y final que llevaría. Gritos y llantos era lo único que se oía al comenzar la batalla, se podía oír desde toda la ciudad. Lana se encerró en casa y pasó varios días sin salir de casa, hasta que pasada 1 semana alguien llamaba a la puerta. Abrió la puerta unos milímetros para ver quién era, se trataba del mismo mensajero que días atrás se había llevado a su padre. Lana cerró la puerta tan rápido en cuanto le reconoció, el mensajero sin decir una palabra paso por debajo de la puerta una carta sellada y se retiró.
Una gran mezcla de sentimientos era lo único que le pasaba por la cabeza a la joven al ver la carta en el suelo de la entrada. Leer o no la carta, por una parte quería leerla para saber de qué se trataba, pero a la vez tenía miedo de su interior, su padre nunca paso más de dos días sin ir a casa y se temía lo peor. Tras varios minutos pensando que hacer finalmente se decidió por leerla… sus temores se habían cumplido.
“Los restos mortales de Faron Stirling han sido hallados en el puente de la puerta norte de la ciudad. Reciba el pésame de todo el Reino de Gilneas y el agradecimiento por sus años de servicio y dedicación por el bien de nuestro amado pueblo”
Estas eran las 3 primeras líneas de la carta, Lana nada más leerla la rompió y de nuevo se quedó encerrada en casa llorando por la muerte de su padre.
Dos días después de nuevo alguien llamaba a la puerta. Lana no abría la puerta pero sin descanso la persona detrás de la puerta seguía llamando una y otra vez hasta que Lana abrió la puerta, estaba ya dispuesta gritar a esa persona para que se fuera cuando vislumbro que era su madre, Lindsey.
Ellas dos emprendieron un nuevo viaje pero esta vez no sería para volver a su hogar, seria para abandonarlo para siempre. Gilneas ya no era el lugar seguro que antaño era.
Un mes después de partir de Gilneas atravesaban la muralla de Thoradin llegando a su destino, Arathi.
Fue un camino arriesgado, pero el destino merecía la pena. Encontraron al oeste de las tierras una casa donde vivir junto a una granja donde seguir criando ovejas y donde su madre seguir trabajando. A los pocos días de la inauguración de la casa era el cumpleaños de Lana, 15 años cumplía ya la joven gilneana, esto le llevo a su madre a insistirla que de nuevo recuperara sus estudios como sacerdotisa.
Comenzó de nuevo sus estudios en Strom. Una ciudad donde la luz actuaba más que en Gilneas y una ciudad donde la luz sagrada estaba más presente. Su amplia biblioteca la ayudo a crecer más en la senda de la luz pero desde que llego a arathi había algo que le faltaba por dentro. El primer día al llegar a Strom vio una figura, un caballero sobre su asombroso corcel vestido de placas que iluminaban como cien soles, una figura que solo había visto antes en sus viejos libros, el Paladín.
Al primer mes de estudiar en Strom se quedó varias horas en el patio central viendo a los paladines instruirse en el combate, lo que la recordaba a su padre y sus ejercicios en Gilneas. Después de esto fue a hablar con un sacerdote de Strom con el que estuvo hablando varias horas, decidida salió de ahí para cambiar su camino, ella quería ser una Paladina. Seguir el camino de la luz, será una guerra sagrada para proteger a los débiles, llevar la justicia a los injustos y eliminar el mal de los rincones más oscuros del mundo. Paso un tiempo, todo era tranquilo de nuevo, hasta que la Tercera Guerra comenzó.
Los no-muertos se alzaban, y hasta en estos instantes las hermandades de ladrones aprovechaban para llenar su saco. Hasta ahora, los ladrones atacaban de noche y se llevaban una oveja cada varios meses, quizá robaban algo de comida pero poco más, al menos en la granja. Hasta una… terrible noche, Lana regresaba del día en Strom y su madre se encontraba sola casa, despierta aun ya que su hija no había llegado. Resulto que ese era el día en que se acercarían los ladrones para robar. Los ladrones como siempre no muy sigilosos se llevaban una de las ovejas, pero uno de ellos vio una puerta mal cerrada y decidió entrar en la casa. Que mejor que una oveja…. oro para comprar más aún. El ladrón entro por la ventana de la cocina, al pisar el suelo piso sin querer una tabla en mal estado, Lindsey se levantó con un palo entre las manos para ver quien había entrado. El ladrón vio una sombra y desenvaino la espada. Ambos se encontraron varios segundos después y el ladrón no muy puesto en el arte de la espada lanzo un estoque al aire para amenazar con la mala suerte de que le dio de lleno en el pecho de la sombra, en el pecho de Lindsey.
Pasada media hora Lana llego a la casa contenta después de un buen día en Strom cuando al abrir la puerta se encontró con el cuerpo de su madre sobre el suelo desangrada. Intento resucitarla pero la Luz aun no era fuerte en ella y sus conocimientos aun no eran los suficientes.
Pasaron los días, y ya era noticia en el Reino que el azote de la plaga asestaba en el norte de Azeroth. Lana trato de alistarse en el ejército regular de Stromgarde pero este debido a su nueva neutralidad se negaba a participar en la que ahora es conocida como la Tercera Guerra.
Así que partió al norte y se alisto en el ejército de Lordaeron, donde cualquier ayuda era bien recibida. Por su juventud fue mandada a las Laderas de Trabalomas a controlar los ataques de los haga, ogros y trols que frecuentaban la zona. Con el fin de la tercera guerra, el fin de Lordaeron, Lana regreso a Arathi donde con más experiencia se alisto en el ejército de Arathor, ahora llamada Liga de Arathor. Durante años formó parte en el ejército asegurando las tierras altas de arathi así como la cuenca de Arathi. Los restos de la plaga del norte, ahora unidos bajo el estandarte renegado, eran los causantes de los nuevos ataques, los pactos entre la alianza y la horda estaban casi ya olvidados siendo una gran causa para muchos la integración de los renegados a la horda.
Lana fue enviada junto a un gran destacamento del ejército de Arathor a la Cuenca de Arathi donde combatió contra los renegados hasta hace menos de un año. Batalla tras batalla, un cansancio mental y físico importante obligo a Lana a dejar la Liga de Arathor, al menos por el momento.
Meses pasaron desde que Lana abandono Arathi hasta que volvio a su hogar, pero esta vez acompañando a un pequeño grupo de viajeros que viajaban al norte.
Terminado el camino, donde esperaba encontra una nueva misión ya sin esperanza estaba decidida a volver a Arathi cuando el dia antes aparecio un grupo de Paladines en busca del lider el grupo, Ithilien Eldoreih. El resultado de esa visita llevo al grupo y dentro de el, Lana, a viajar a Rasganorte, el joven Ithilien, hijo de herrero resulto ser el heredero de la Casa de los Asshai de Miniriath, en Fiordo Aquilonal.
Apariencia[]
Su cuerpo es una masa fibrada llena de antiguas heridas. La parte del cuerpo que aun se mantiene sin heridas aun mantiene la suave textura de una mujer. Esconde su cuerpo en armadura, para ella misma es una herramienta más para la victoria de una guerra.
Carácter[]
Caracter serio pero amable. Honesta y leal. Analiza siempre antes de desconfiar de una situación o de una persona. Paciente y perseverante.
" La unica diferencia entre mis hermanos y yo, es que yo ahorro más dinero, no frecuento burdeles "
Familiares[]
- Lindsey Stirling: Madre de Lana, conocida sastre en la villa del Refugio del Ocaso. Fallecida
- Faron Stirling: Padre de Lana, guardia de la CIudad de Gilneas. Fallecido