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Jesabela Rocarena y Velafuerte
Imagen de Jesabela Rocarena y Velafuerte
Información del personaje
Servidor Los Errantes
Género Femenino
Raza Humana
Edad 33 años
Clase Pícara
Alineamiento Legal-Malvado
Ocupación Gobernadora General de La Hidra.

Capitana del Real Buque de Guerra El Venganza de Tiramar.

Lugar de nacimiento Villa del Lago, Montañas de Crestagrana
Residencia Ciudad de Tiramar, La Hidra
Afiliación La Alianza
Antigua afiliación Armada de Kul Tiras
Estado Viva

Trasfondo:[]

Infancia[]

Jesabela nació en Villa del Lago unos meses antes de empezar la Primera Guerra, dentro de la provincia de Crestagrana del Reino de Ventormenta, como fruto de un romance de juventud entre Mance Landcaster y Hazamir Velafuerte. El primero; un miembro de una casa noble de la región, los Landcaster. La segunda; una mercader de Boralus que había ido a vender productos de Kul Tiras en el reino del sur. Como consecuencia de su bastardía, Jesabela recibió el apellido común a los hijos ilegítimos de la Casa Landcaster, Roca. No obstante, esto no suponía ningún inconveniente para que tanto su padre como su madre se preocupasen por su bienestar, por lo que pudo disfrutar del cariño de sus progenitores desde el primer momento.

Apenas con un año de edad, sus padres la llevaron a Stromgarde, en Arathi, debido a la destrucción del Reino de Ventormenta por la Horda en la Primera Guerra. En una casita humilde de campo vivió su más tierna infancia, al lado de su padre y de su madre, que casi parecían un matrimonio. No obstante, cuando la Casa Landcaster se molestó por la liberalidad con la que Mance trataba a su bastarda, le obligaron a apartarse de ella y le forzaron a contraer nupcias con una mujer de la nobleza arathoniana, pocos meses antes de que Hazamir y la joven Jesabela regresasen a Crestagrana tras la victoria de la Alianza en la Segunda Guerra.

De vuelta en su hogar natal, Jesabela apenas podía ver a Mance o a sus otros medio hermanos que pronto nacieron: James, y Jaene. Aún así, su infancia fue feliz, y tuvo más comodidades que la mayoría de otros niños sureños, pues pudo acudir a la escuela y apenas tuvo que ayudar a su madre a vender mercancías en distintas regiones del Reino de Ventormenta. A la edad de dieciséis años, su madre decidió regresar a Kul Tiras tras haber perdido bastante dinero por culpa de unos estafadores, llevándose a su hija consigo, que se encontraba deseosa de expandir sus horizontes y de conocer su patria materna de la que había escuchado grandes historias sobre la valentía de sus moradores, de los que se decía que eran los mejores navegantes de todo Azeroth y el terror de la Horda.

Estancia en Kul Tiras[]

Jesabela vivió durante cinco largos años en Boralus, donde conoció a varios de sus familiares maternos. Por tener edades similares, pronto estableció una honda amistad con sus primos Aramys y Belros, los cuales junto a su tío Alvar, se dedicaban a cazar piratas y bandidos por todo el orbe. Sin embargo, es su abuelo, Alonso Velafuerte, quien más influencia ejerció sobre Jesabela tras pasar muchos días y noches contándole historias acerca de la emocionante vida que había tenido sirviendo en la Armada tirasiana. Al estallar la Tercera Guerra, todo el territorio tirasiano se conmocionó. La flota del Almirante Daelin se empezó a congregar en gran número para dirigirse a Kalimdor, desde donde pensaba recoger a los refugiados de Lordaeron.

Boralus

La Ciudad de Boralus, en Kul Tiras.

Jesabela, viendo una oportunidad para enderezar su futuro y espoleada por los relatos de su abuelo, se alistó en la Marina de Kul Tiras. Su preocupada madre, temerosa de lo que le pudiera ocurrir a su hija, también se alistó con ella y fue contratada como pinche de cocina. A lo largo de su corta estancia (apenas un año y medio) en la Armada tirasiana, Jesabela aprendió técnicas de navegación y comenzó a ser adiestrada en esgrima, disciplina en la que probó ser hábil, a diferencia de su madre, que encontraba más dificultades en adaptarse a la dura vida militar.

Durante el gobierno militar de Daelin Valiente en Theramore, Jesabela y Hazamir fueron enviadas en una patrulla marítima con el objetivo de detectar un barco enemigo que merodeaba en aguas pertenecientes a la Alianza. Apenas cuando dejaban atrás las costas del Marjal Revolcafango, varios barcos de piratas de los Mares del Sur atacaron a los pasajeros del navío en la que las dos mujeres iban. A pesar de rechazar a los caballeros de fortuna que les abordaron en un primer momento, el pequeño balandro por el que navegaban se desvió del rumbo establecido, perdiendo el contacto con el resto de la flota de Daelin, y finalmente naufragando en las costas de Tanaris al estrellarse contra el arrecife cercano a la Cala Aparejo. En aquel inhóspito lugar, un grupo de vagayermos, que habían llegado a la zona también de forma similar rescataron a los náufragos supervivientes, entre los que se encontraban Jesabela y su madre, las cuales pasaron a formar parte de la banda de aquellos moradores del desierto por la fuerza.

Los Vagayermos de Tanaris[]

La vida no era cómoda entre los bandidos de Tanaris, y en más de una ocasión las dos nuevas incorporaciones trataron de alejarse de ellos, infructuosamente. El cabecilla de aquella banda criminal, conocido como el Escorpijón Califa, no permitía demasiada movilidad a las nuevas incorporaciones y los controlaba celosamente. Tras el fracaso de diversos intentos de huida, el líder de los bandidos puso a una mujer colérica y brutal llamada Hamira como celadora para controlar a madre e hija. La permanencia forzada con los vagayermos se convirtió posteriormente en una estancia voluntaria una vez que Jesabela se enamoró perdidamente de un bandido vagayermos llamado Uries Lanzaveneno. Junto a él pasó cuatro largos años, aprendiendo las técnicas que los rufianes de Tanaris practicaban, mucha de ellas aprendidas de los trols farrakki, los cuales hostigaban y a menudo atacaban a aquellos bandidos del desierto, cuya principal fuente de suministro se encontraba en el comercio de reliquias robadas de antiguas ciudades y templos de los trols de las arenas, así como de la obtención de agua potable procedente de los pozos que los goblin de la zona habían perforado para abastecerse. Con el paso del tiempo, incluso Jesabela y Hamira empezaron a entablar cierta amistad, cuando la segunda se convenció de que la primera no trataría de desertar más.

Vagayermos de Tanaris

Los vagayermos de Tanaris

Como consecuencia de este panorama, y gracias al adiestramiento, Jesabela y Hazamir pudieron participar en asaltos contra caravanas goblin de Gadgetzan y realizar contrabando en calas intrincadas de la costa tanariense. Como culminación de su entrenamiento, participaron en una incursión en Zul'Farrak, capital de los trols de arena en la que se infiltraron por la noche y de la que se obtuvieron notables riquezas. Durante su permanencia, Jesabela resolvió modificar su apellido y añadió 'arena' al original suyo, 'roca', convirtiéndose en Rocarena, una serpiente de aquel implacable desierto. Con la llegada del Segundo Cataclismo, nuevas oportunidades nacieron para los vagayermos. La colisión sísmica y los terremotos provocaron que las antiguas puertas de Uldum se abriesen, y los tesoros, templos y grandes pirámides quedasen al descubierto. El Escorpijón Califa proveyó una auténtica campaña hacia las tierras de los tol'vir, donde Jesabela vio una oportunidad de oro para enriquecerse y abandonar de una vez por todas aquellos desiertos junto a su amado. No obstante, este no estaba por la labor.

La noche anterior a la marcha de los vagayermos hacia Uldum, recogió sus bártulos y desertó sin dejar rastro, abandonando a Jesabela, a la cual dejó una única carta en la que le notificaba que se marchaba para nunca más volver. Con el corazón roto, pero aún con el apoyo de su madre, Jesabela se unió a la banda de saqueadores del desierto y permaneció durante un año entero ayudando a profranar tumbas,

desbaratar defensas enemigas, y obtener un nada despreciable botín. Sin embargo, en esas tierras perdió al principal pilar de su vida, su madre. En una arriesgada operación en el Obelisco de la Luna, varios tol'vir de Ramkahen consiguieron repeler un ataque de los vagayermos, con tan mala fortuna que Hazamir Velafuerte cayó en el combate. La conmoción de la pérdida le afectó, y el abandono de su ex-novio, que todavía no se había curado, volvió con fuerza. Sin embargo, la destrucción de la campaña de saqueo vagayermo en Uldum le daba por fin una clara oportunidad de oro para escapar sin que nadie pudiera evitarlo. Aprovechándose de la situación recordó su tierra natal en Crestagrana y sintió de deseos de volver a casa.

La belleza de Uldum

La belleza de Uldum.

Con el botín que había adquirido se costeó un viaje hacia los Reinos del Este a bordo de un barco de un amigo suyo contrabandista que comerciaba en la Cala Aparejo con los bandidos del desierto. Tras varias semanas de azarosos viajes, Jesabela acabó desembarcando en un paraje recóndito de los Páramos de Poniente. Allí tuvo noticia de los grandes cambios que habían acontecido en el mundo: Theramore había sido destruida por una bomba de maná y un nuevo continente llamado Pandaria descubierto. Dejando de lado su principal curiosidad por estas nuevas se dirigió hacia Villa del Lago, donde se reencontró con su padre, que apenas pudo reconocerla por el cambio. Volver a su

hogar hizo que se volviese a sentir contenta, pudiendo conocer además a otros miembros de su familia, como su otra hermana Taene y su primo Lancel. Empero, aquella felicidad y calor familiar duraría poco, pues como pudo comprobar, había una crisis política y económica en la Casa Landcaster.

Hogar, ¿dulce hogar?[]

Su padre, por aquellos momentos Regente de la Casa debido a la ausencia del Barón Adkins Landcaster, había cedido el gobierno a su sobrino, Lancel, quien estaba gobernando de forma despótica y autoritaria. Jesabela comenzó a trabajar con la milicia, quienes le hicieron llegar el malestar y los abusos que sufrían por parte de su señor. Decidida a presentar las quejas del pueblo, Jesabela se encaró con Lancel y le reprochó su forma de dirigir a los súbditos. Lleno de ira, el joven noble, que tenía un produndo odio por el origen bastardo de su prima, la golpeó y la trató de violar en sus cámaras. Sin embargo, gracias a su experiencia en la lucha cuerpo a cuerpo, la mujer consiguió zafarse y escapar de la casa.

Lakeshire

Villa del Lago, en las Montañas de Crestagrana.

Para cuando Mance se enteró de la noticia ya era demasiado tarde. Lancel estaba enajenado y había ordenado apresar y ejecutar a los traidores a su gobierno, entre ellos otros Landcaster como el propio Mance y Taene, a la que capturó y abusó sexualmente de ella. La situación de descontrol y desgobierno llegó a Ventormenta, desde donde mandaron un escuadrón de soldados del Rey para poner orden. Los vasallos más leales a Lancel se negaron a entregar el poder a las fuerzas reales y se produjeron unos incidentes que finalizaron en derramamiento de sangre. Obligados por las circustancias, los soldados del Rey pusieron sitio a la Mansión Landcaster, donde se produjo el enfrentamiento final. Protegido por su guardia personal, Lancel permaneció encerrado en sus habitaciones privadas mientras sus vasallos menores se batían contra las fuerzas de la Corona. En medio del caos, Jesabela aprovechó para introducirse sigilosamente en el caserón familiar. Una vez dentro, eliminó a la protección personal de su demente primo y se enfrentó finalmente a él, en un combate singular. A pesar de estar a punto de ser derrotada, Jesabela se valió de las artimañas aprendidas en Tanaris para vencer a Lancel y finalmente asesinarlo.

Como resultado de aquellos altercados el Rey Wrynn desposeyó a los Landcaster de tierras y títulos, dejando a la Casa arruinada y a sus miembros sin lugar donde ir. Mance Landcaster, corroído por la culpa, fue a buscar refugio en Bahía del Botín donde vivía una de sus muchas amantes, una mercenaria que había servido como soldado para la casa noble. Preocupada por la situación de su padre, Jesabela fue detrás de él para consolarle y para ayudarlo a sobreponerse de la tragedia, tal vez innecesariamente. Cuando llegó a Bahía del Botín, observó a su propio padre ahogar las penas a base de fiestas decadentes y de aventuras escabrosas con su querida. En parte decepcionada por lo que veía, decidió dejar a Mance en aquella espiral de degradación y se marchó a buscar trabajo en Ventormenta. En la capital del reino humano conoció a Alester Taellyr, quien le ofreció trabajo en un grupo de aventureros conocido como el Pacto Áureo. Sin ninguna oferta mejor, aceptó unirse a ellos, y desde aquel entonces, inició una nueva vida...

Oro y Sangre en Rasganorte[]

En compañía de otros integrantes del Pacto Áureo, Jesabela se trasladó a Rasganorte. En el gélido continente norte del mundo se sucedieron distintos episodios de su nueva vida que comenzaron con la búsqueda del Tesoro de Quetz'lun, una legendaria fortuna robada a un cruel loa trol de Zul'Drak. Después de muchas peripecias, Jesabela y sus compañeros consiguieron hacerse con el codiciado botín y enriquecerse como nunca antes. Los escaldos del Fiordo Aquilonal hoy recitan un poema (Edda del Tesoro de Quetz'lun) que narra las aventuras que tuvieron lugar en la persecución de aquellas riquezas.

La Conquista de La Hidra[]

Barco Hidra

Barco expedicionario de la Alianza llegando a La Hidra.

Tras tres largos lustros de ocupación pirática, la Corona de Ventormenta, libre de preocupaciones militares tras la victoria del Asedio de Orgrimmar devolvió la atención a los asuntos menores que menoscababan sus reinos. Uno en particular, aunque remoto, presentaba una molestia especial en el aseguramiento de las rutas marítimas tan necesarias en la paz para que prosperase el comercio y los transportes civiles. Se trataba de una pequeña isla, que antaño había pertenecido a la nación de Kul Tiras pero que ahora se encontraba gobernada por un consejo de cuatro señores piratas: La Hidra. Aprovechando la incorporación a las filas de la Alianza del corsario Jonathan Drake, conocedor del sistema pirático de La Hidra, y del apoyo financiero de la propia Jesabela, (quien con ello acabó de gastar toda la fortuna que había ganado recuperando el Tesoro de Quetz'lun) la Corona de Ventormenta tuvo a bien organizar una Expedición a La Hidra con el objeto de expulsar a los bandidos del mar de aquella ínsula y convertirla en una colonia aliada desde la que poder controlar las rutas marítimas y activar el comercio.

Aquella empresa militar consiguió sus objetivos principales: acabar con el Consejo de los Cuatro y eliminar la presencia pirática de La Hidra. No obstante, en el asalto final contra Tiramar el corsario Jonathan Drake traicionó a la expedición y huyó con la fragata La Espada de Wrynn, convertida ahora en un buque leal a los Velasangre. Empero, la Corona de Ventormenta se dio por satisfecha y por la capitulaciones firmadas con Jesabela Rocarena, se le concedió el cargo de Gobernadora General, así como la tarea de repoblar la isla con ahora gentes honestas al servicio de la Alianza.

Las Guerras Pigmeas:[]

A las pocas semanas de iniciarse la nueva colonización de La Hidra por la Alianza, unos soldados encontraron en los túneles de la prisión del Viejo Fuerte una celda atestada de un grupo de pigmeos nativos que un esclavista pirata había hacinado en aquel lugar antes de ponerlos en el mercado. Creyendo que eran simples víctimas, la Gobernación de La Hidra no tomó ninguna medida salvo la de alimentarlos y tratar de iniciar un diálogo con el propósito de descubrir cómo habían llegado allí. Sin embaro, durante una exploración a las junglas orientales, exploradores hallaron el diario de Felipe de Esquivel, un aventurero tirasiano que revelaba que los pigmeos eran peligrosos y hostiles. Este importante descubrimiento jugó a favor de los colonizadores de la Alianza, los cuales a pesar de recibir órdenes de la Corona de no esclavizar a los indígenas ni causar un genocidio, sí prepararon las defensas de sus posiciones y descubrieron la localización de Olmatlán (poblado pigmeo) en las junglas orientales. Pasadas varias semanas desde los primeros encontronazos con los nuevos colonos de la Alianza, una batida en torno a cincuenta pigmeos resolvieron rescatar a sus compañeros prisioneros en el Viejo Fuerte, con resultados desastrosos. Aquella acción se realizó en el nombre de "deidad" pigmea, la cual los nativos denominaban como Olmatlipoca, el dios de las hidras.

Babaya pigmeo

El cacique pigmeo Babaya lanzando una llamarada de fuego a los colonos de La Hidra.

El inicio del choque armado iniciado por los naturales de la isla comportó que la Gobernadora General Jesabela Rocarena diese el visto bueno para que las tropas regulares empezasen los enfrentamientos abiertos. Como consecuencia, la Ciudad-Templo de Olmatlán fue asediada y asaltada por las fuerzas colonizadoras. En el interior de la capital pigmea se encontraron a Olmatlipoca, un viejo trol zandalari que había sido adorado durante siglos por los pigmeos, quienes lo adoraban como al dios de las hidras. Pese a demostrar un temible poder, Olmatlipoca fue abatido y sus discípulos masacrados por los soldados de la Alianza. Finalizada la conquista, los nativos supervivientes fueron encarcelados en el presidio del Viejo Fuerte, donde fueron puestos bajo la supervisión de los misioneros de la Iglesia para que fuesen instruidos en la fe de la Luz Sagrada.

Apariencia:[]

Jesabela presenta una tonalidad de piel bronceada y saludable debido a la constante exposición al sol. Los ojos son de un color marrón claro, cálidos y vivaces. El cabello lo lleva largo, del color del ébano, ondulado y normalmente libre, sin recoger. Presenta un físico atlético gracias a un esmerado entrenamiento para mantenerse en forma. Normalmente va ataviada con ropajes ligeros que le permitan una buena movilidad, dejando algunas partes del cuerpo al descubierto por comodidad, adaptándose a los climas cálidos por los que tanta pasión siente. Lleva un brazalete de oro en forma de serpiente en su brazo izquierdo que adquirió de Zul'Farrak durante una incursión con los vagayermos. Desde que es Gobernadora General suele vestir con ropajes de mayor calidad, vestidos importados de Ventormenta, o uniformes militares de la Alianza en actos oficiales.

Fe:[]

Tal como le enseñaron desde pequeña, Jesabela cree en la Luz Sagrada. A lo largo de su vida, está convencida de que alguna forma le ha guiado y asistido en momentos determinantes. Desde que alcanzó su puesto como Gobernadora General de La Hidra hace muestra pública de su devoción en la Luz y ha apoyado a la Iglesia para evangelizar a los pigmeos de la isla. Le tiene un gran temor a los espíritus vengativos de los muertos y a la magia negra. Por ello, tiende a rezarle a la Luz para que le ofrezca algún tipo de protección sobrenatural.

Psicología:[]

Jesabela es una mujer de naturaleza alegre, curiosa e inquieta. Debido a la falta de raíces en su vida, no tiene demasiados problemas para cambiar de lugar, teniendo gusto por conocer lugares y gente nueva. A pesar ser empática y cercana, no olvida las enseñanzas de su padre ni el origen de parte de su sangre, por lo que trata de demostrar a los demás su valía y capacidades. Como consecuencia de su éxito en la política desde la Gobernación de La Hidra, algunos de sus antiguos camaradas opinan que está cambiando y que cada día se muestra más fría y calculadora.

Cronología (Según la Apertura del Portal Oscuro):[]

1: Nacimiento en Villa del Lago, Crestagrana.

2: Viaje como refugiada a Stromgarde junto a sus padres debido a la destrucción de Ventormenta en la Primera Guerra

9: Regreso a Crestagrana tras la victoria de la Alianza en la Segunda Guerra

16: Mudanza a Boralus, Kul Tiras.

21: Alistamiento en la Armada Tirasiana

23: Naufragio a la Costa de Tanaris. Unión a los Vagayermos.

28: Cataclismo. Expedición de los Vagayermos en Uldum.

29: Regreso a los Reinos del Este. Demencia de Lancel Landcaster. Unión al Pacto Áureo.

30: El Tesoro de Quetz'lun.

31: Conquista de La Hidra. Guerras Pigmeas.

32: Campaña contra los Velasangre en Kalimdor.

Familiares:[]

  • Hazamir Velafuerte, madre: muerta.
  • Alonso Velafuerte, abuelo materno: muerto.
  • Alvar Velafuerte, tío materno: muerto.
  • Aramys Velafuerte, primo materno: vivo.
  • Belros Velafuerte, primo materno: vivo.
  • Mance Landcaster, padre: vivo.
  • Taene, hermana: viva.
  • Edibeth Rosbert, hermana: viva.
  • Jeane Landcaster, hemana: viva.
  • Lewyn (James) Landcaster, hermano: vivo.
  • Lareon Roca, hermano: vivo.
  • Lancel Landcaster, primo paterno: muerto.
  • Rosamund Landcaster, prima paterna: viva.


Precedido por:
El Consejo de los Cuatro
Posición:
Gobernadora General de La Hidra
Sucedido por:
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