Fernán Devólia
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Información del personaje | |
Servidor | Los Errantes |
Título | Lord |
Género | Varón |
Raza | Humano |
Edad | 40 |
Clase | Pícaro/Brujo |
Alineamiento | Legal Malvado |
Ocupación | Señor de la Casa Devólia, Consejero y Mayordomo de Deisa Veniant |
Lugar de nacimiento | Cruce de Corin |
Residencia | Afueras de Ventormenta |
Afiliación | Casa Devólia, Casa Veniant, Casa de Nobles, La Alianza |
Estado | Vivo |
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Trasfondo[]
Juventud[]
Nacido en Cruce de Corin, ocho años antes de la apertura del Portal Oscuro. Hijo de Embert Devólia, hechicero noble, y Ann Lenvier, hija de burgueses.
Embert había sido un mago del Kirin Tor, aunque lo había dejado tiempo atrás para estudiar por su cuenta. Su aspecto, oscuro pero elegante, y los rumores sobre jugueteo con artes oscuras provocaban una vigilancia mantenida y una desconfianza por parte de los habitantes cercanos hacia él y su familia. Fernán tuvo que crecer con aquellos ojos puestos sobre él desde pequeño.
Como era usual entre los Devólia, Fernán sería educado en los más refinados modales y protocolos. Del mismo modo, su padre procuraba que estudiase temas de diversos tipos, la mayoría desde los libros de la biblioteca que había logrado crear con el tiempo, y que seguía en aumento.
Así, cuando los Devólia recibían visitas de otros nobles o conocidos, Fernán daba más el aspecto de un jóven sirviente que de un niño corriente. Nunca salía a jugar, ni a pasear. En su lugar, pasaba las horas estudiando en la biblioteca, practicando con algún instrumento o colaborando con las tareas del hogar.
Aquella rutina fue la vida de Fernán durante dieciséis años, hasta que llegase el terrible suceso. Una noche como otra cualquiera, parte de la mansión Devólia sufrió un incendio. A la mañana siguiente, la guardia encontró a Embert y su esposa ya muertos, al parecer estrangulados.
Buena parte de los libros de la biblioteca se perdieron con el fuego, y los papeles de sus propiedades desaparecieron junto a Fernán.
Clandestinidad[]
Nunca se llegó a saber qué sucedió exactamente aquella noche, pero Fernán había salido con vida de allí. Poco fue lo que pudo llevarse cuando marchó a toda prisa, como algún libro, los papeles de propiedad y lo puesto.
A pesar de acudir en un primer momento a las autoridades para hacer constar que seguía vivo, Fernán pasaría los años siguientes procurando no dar a conocer quién era, vagando por Lordaeron como un paria, exiliado de la sociedad corriente por su propia voluntad, evitando así riesgos innecesarios.
Sin embargo, no tardaría demasiado en verse envuelto en problemas. Quizás se debía al poco trato que había mantenido con otras personas, o quizá las historias que había leído, pero había algo en su interior le decía que debía intervenir en situaciones como la que estaba a punto de presenciar: Unos maleantes tratando de forzar a una jóven.
Quizá no era demasiado poderoso con las artes que había estudiado y practicado, pero sus escasos hechizos lograron ahuyentar a los asaltantes en aquella ocasión. Y tras aquellos acontecimientos, la jóven, Cynthia D'Allair, acabaría entablando una relación de amistad con Fernán.
Como era de esperar, aquella relación fue avanzando velozmente, hasta llegar al romance. Los padres de Cynthia le invitaron a instalarse con ellos, y ella terminaría conociendo su identidad real. Por desgracia, poco tiempo pasaría hasta que llegase la venganza de aquellos a quienes se enfrentó Fernán en su día, quienes asaltaron la casa de la joven, matando a sus padres en el proceso.
Y aunque Cynthia y Fernán escaparon, tomaron diferentes caminos, quizás para no ponerse en peligro mutuamente, y aquella sería la última vez que se verían.
Desde entonces, Fernán perdió parte de su ser. Pasó los siguientes años decidido a no desarrollar apego por nadie, y a evitar que los sentimientos se antepusieran a la lógica y a sus intenciones, ya que aquello no le había traído nada bueno al final. Rara vez decidiría intervenir en otras situaciones de injusticia desde entonces, así como tampoco se relacionaría con demasiadas personas.
Con los años, Fernán dejaría de mostrar sus emociones y sentimientos, hasta llegar a prácticamente no tenerlos, llegando a ser así más una máquina de pensar que una persona.
Durante este tiempo, Fernán regresó alguna vez a la mansión, para asegurarse de que nadie la ocupaba sin permiso, o saqueaba los restos del lugar, pero no se volvió a asentar allí.
Servicio en la Casa Veniant[]
Con veinticinco años, Fernán llegaría a la Casa Veniant, ofreciendo sus servicios como mayordomo y consejero a Édgar Veniant, quien le aceptaría para tal puesto. Poco después, Fernán haría constar que la Casa Devólia, por escaso que fuese su potencial, quedaba desde entonces al servicio de la Veniant, de forma permanente.
Durante este tiempo, Leria Vemierre sería rescatada por Fernán en una situación bastante similar a la ocurrida con Cynthia, pero esta vez con un guardia como protagonista. Aquella jóven pasaría a ser su protegida, y más adelante algo más parecido a su hermana pequeña.
Aquel mismo año, por sugerencia de Fernán, la Casa comenzaría a ofrecer puestos de trabajo para los más necesitados, dándoles un techo, sustento, y un pago, por pequeño que fuese.
Huida de Lordaeron[]
Cuando llegó la Plaga, la Casa Veniant se sumió en una vorágine de conflictos, tanto internos como externos. Édgar había decidido unirse al Culto de los Malditos y, cuando aquello salió a la luz, la propia mansión Veniant se convirtió en un campo de batalla, en el que Fernán perdería el ojo derecho.
En cuanto tuvo oportunidad, el entonces consejero Veniant organizó a varios de los sirvientes y trabajadores en un pequeño grupo, con intención de abandonar el reino para salvar la vida. Con dificultad, algunos de estos supervivientes, entre ellos Leria, lograron llegar hasta Ventormenta, y allí se instalaron procurando no llamar la atención ni destacar su procedencia, o su pertenencia a la caída Casa Veniant.
La única acompañante de Fernán durante estos años sería Leria, quien además de ser su protegida pasaría a ser también su aprendiz en diversos ámbitos.
Resurgir de la Casa Veniant[]
Sería tras el segundo Cataclismo cuando Fernán, quien era consciente de la presencia de Deisa, hija de Édgar, en Ventormenta, decidió unificar a los restos de la Casa Veniant una vez más. Y lo consiguió, aunque Deisa fue difícil de convencer.
Se buscaron nuevos trabajadores, se hizo constar a Deisa como única heredera y señora de la Casa, y rápidamente se logró poner la misma en funcionamiento desde la vivienda de Fernán, a las afueras de Ventormenta. Poco tiempo después se daría el siguiente paso.
El Grupo Veniant fue ideado por Fernán, aceptado como proyecto por Deisa, y más tarde por la Alianza. Se trataba de un grupo militar y de trabajo enfocado a ofrecer nuevas oportunidades a los necesitados y aquellos rechazados por la sociedad humana común. Esto incluiría gente sin recursos, condenados al servicio militar, personas no creyentes en la Luz, hechiceros oscuros y, especialmente, no-muertos.
Este grupo sería destinado a Lordaeron, donde la Casa Veniant podría acercarse más a sus antiguas tierras para luchar por ellas, y los miembros del grupo podrían encontrar un lugar apartado de las grandes ciudades, donde trabajar y convivir entre iguales, sin recibir críticas o ser molestados. Como contraparte, la sociedad corriente se libraría de su presencia, o no tendrían que preocuparse por ellos.
Durante este tiempo, Deisa dirigiría la Casa y el Grupo Veniant, mientras que Fernán tomaría el puesto de Estratega del grupo y consejero de la dama Veniant. Sería una época más bien tranquila, a excepción de diversos incidentes durante las campañas Veniant en Lordaeron.
Consolidación de la Casa Devólia[]
Con el tiempo, su estancia con los demás miembros Veniant terminaría con el acercamiento de Vryandrie Morgonth hacia él. Vryandrie había trabajado en el servicio de la casa antes de la tercera guerra, y había sobrevivido a la misma. Era amiga y compañera de Leria, de modo que, en cierta medida, se encontraba en una posición cercana a Fernán, por quien profesaba cierta admiración y el deseo de poder estar junto a él, aunque nunca se había atrevido a dar el más mínimo paso, ya que le veía totalmente fuera de su alcance.
Pero, como dicen, el roce hace el cariño. Por más que Fernán apenas recordase a estas alturas lo que era sentir afecto hacia otra persona, Vryandrie por fin se decidió y logró acercarse poco a poco a él, ayudada en parte por Leria, quien le conocía mejor que nadie y sabía cómo llevarle por este camino.
Finalmente, Vryandrie y Fernán comenzarían una relación amorosa que llegaría a convertirse en matrimonio, y que traería al mundo un hijo de ambos: Seth Devólia. Leria parecía molesta ante buena parte de estos acontecimientos, pero nunca llegó a enfrentarse a Fernán por ello. El paso de los años había hecho que un más maduro Fernán la terminase por considerar más una hija que una hermana, así que a la jóven le costaba hacerse a la idea de que Vryandrie, por quien ella sentía afecto y deseo, fuese ahora algo similar a una madrastra para ella.
Fernán era consciente de la relación que tenían Leria y Vryandrie. Nunca le puso pega alguna, y ahora no iba a ser diferente. Sería Vryandrie la que terminaría dejando de lado a Leria, quedando como una simple amistad con tintes familiares, para dedicarse por completo a su matrimonio y su trabajo, que iría subiendo de importancia, desde jefa de servicio a señora de la Casa Devólia.
Ahora que Fernán tenía una familia, un alto cargo en el Grupo Veniant y de nuevo siervos propios, era el momento idóneo para declarar activa nuevamente la Casa Devólia, aún si tanto él como dicha casa continuaban bajo el servicio de los Veniant.
Actualidad[]
Desde la reactivación de la Casa Devólia, Fernán había estado dirigiendo la misma y cuidando de su familia en Ventormenta. Aquello le había alejado en buena medida del Grupo Veniant, relacionándose con ellos únicamente en contadas ocasiones, cuando era necesario en el norte, o cuando ellos viajaban al sur.
Sin embargo, hace poco la Casa Veniant decidió adquirir la antigua mansión Landcaster, a las afueras de Villa del Lago, y esto hizo que se recuperase el trato frecuente entre los Devólia y los Veniant. Debido a la estancia de los Veniant en el sur, Fernán asumió el puesto de mayordomo de Deisa, sumándolo al de consejero y secretario de la Casa, mientras que Vryandrie y Leria volverían a sus puestos de servicio en la Casa Veniant.
Actualmente, Fernán pasa la mayoría del tiempo en la mansión Veniant (anteriormente Landcaster), trabajando para Deisa o llevando los temas legales y la contabilidad de la Casa Veniant desde allí, salvo en casos de conflictos o eventos destacables de la zona.
Apariencia[]
Fernán es un hombre que se mantiene bastante joven para su edad, aunque el tono blanco de su pelo y bigote suelen dar la impresión contraria.
Es bastante pálido, y no tiene arrugas marcadas. Se diría que de ir afeitado y con un vestuario más juvenil podría pasar por un veinteañero.
En general, mantiene su cuerpo en forma, siendo este atlético pero no musculado, denotando ser una persona que se mueve bastante.
Sus manos parecen las de alguien que ha trabajado con materiales duros durante bastante tiempo, pues a pesar de que sus dedos sean finos y largos, la mano en sí parece fuerte en lugar de frágil.
Su postura es siempre firme y correcta, así como su estética está cuidada al detalle, tanto en físico como en atuendo.
Su ojo izquierdo es de tono azul grisáceo, y su mirada es penetrante. Hay quien diría que más que observarte, parece mirar dentro de ti.
Su ojo derecho suele estar cubierto por un parche negro. De no estarlo, se podrá apreciar un ojo artificial encantado, que brilla en un tono violáceo.
Tiene un acento ruso, similar al del doctor Theolen Krastinov, salvo que la voz de Fernán es más suave.
Carácter[]
Frío, calculador y quizás demasiado inteligente. No suelen verse emociones en su rostro ni en sus actos, así como no parece mostrar sentimiento alguno, salvo con escasas personas muy concretas, como Vryandrie y su hijo Seth.
Suele estar atento a todo cuanto ocurre a su alrededor, siempre listo para reaccionar, aunque se le puede ver muchas veces mirando al infinito o ligeramente distraído.
Es culto, educado y cortés. Las formas lo son todo para él. Es un buen orador, aunque la labia no sea su fuerte. Rara vez actuará en contra de los protocolos sociales.
Estratega sobresaliente y buen planificador, ya que parece tener en cuenta gran cantidad de variables para cualquier suceso.
Cualquiera que sea su intención o deber, procura siempre cumplirlos con la mayor eficiencia. Es bastante detallista, y no le gusta dejar cabos sueltos.
Familiares[]
- Victor Devólia: Bisabuelo paterno (Fallecido)
- Azel Devólia: Abuelo paterno (Fallecido)
- Arvis Devólia: Tío abuelo paterno (Fallecido)
- Aida Velmer: Tía abuela política paterna (Fallecida)
- Julius Devólia: Tío segundo paterno (Fallecido)
- Saias Devólia: Tío segundo paterno (Fallecido)
- Embert Devólia: Padre (Fallecido)
- Veld Lenvier: Abuelo materno (Fallecido)
- Ann Lenvier: Madre (Fallecida)
- Vryandrie Morgonth: Esposa
- Seth Devólia: Hijo
- Leria Vemierre: Ahijada