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Base avanzada Renegada


Diario de batalla de Thomas el Desgarrador

Soldado de primera del ejército Renegado

Gilneas

 

Primera entrada:

 

Finalmente hemos tomado las murallas de Gilneas, la distracción de enviar barcos atacar la costa sur a funcionado después de todo, en estos momentos nos disponemos a establecer nuestra base avanzada cerca de la entrada de la muralla.

 

Aun siguen habiendo huargens acechando en los árboles pero pronto les daremos caza, ya no les quedaran ningún lugar donde ocultarse y Gilneas estará bajo el mando de Lady Sylvanas.

 

Mientras levantamos la base el comandante Escabechina a enviado unas cuantas patrullas para reconocer el terreno antes de adentrarnos aun mas en Gilneas, sin embargo los huargens han contraatacado mientras aun tomaban los vigías posiciones defensivas pero hemos logrado rechazarlos.

 

Una hora mas tarde regresaron unas pocas patrullas de las que mandaron explorar, según reportaron en las costas no rondan los huargens salvo algunas viviendas abandonadas, después de unos minutos regreso otra patrulla maltrecha que mencionaron que los huargens se concentraban en los bosques y que al este estaba una aldea llamada Piedra Ígnea que solamente estaba habitada por humanos gilneanos.

 

Nada mas terminar la base avanzada y terminar las defensas, el comandante Escabechina nos ordena limpiar los bosques de huargens antes de avanzar hacia la Ciudad de Gilneas, la batalla fue dura pero finalmente logramos vencerlos y los huargens que sobrevivieron se replegaron hacia el sur, ambos bandos sufrimos bajas por lo que nos ordenaron volver a la base a la espera de mas refuerzos que llegaban de Lordaeron.

 

Segunda entrada:

 

Paso un día y finalmente los refuerzos llegaron junto a Lady Sylvanas y sus forestales oscuras, nuestros barcos escoltados por una nave de guerra orca llegaron a las costas gilneanas con el propósito de hundir cualquier barco gilneano que hubiera en sus puertos.

 

Iniciamos la marcha para tomar la Ciudad de Gilneas, durante el camino empezamos a notar pequeños temblores pero no les dimos importancia, iniciamos nuestro ataque a la ciudad y los huargens salieron en respuesta a nuestro ataque, al principio fue una batalla encarnizada pero una vez tomamos el distrito de la catedral el resto de distritos resultaron muy fáciles de tomar, la ciudad ya estaba bajo nuestro control pero de improviso empezamos a sentir un temblor mucho mas mayor que los anteriores y oímos un gran estruendo hacia el sur, me pregunto que les habrá pasado a nuestras tropas que estaban destinadas atacar el sur de Gilneas, sin embargo no tiene sentido preocuparse dado que tenemos cosas mas importantes de las que preocuparnos por lo que empezamos los preparativos para asegurar la ciudad de cualquier posible contraataque.

 

Tercera entrada:

 

Unas horas después Lady Sylvanas nos divide en dos fuerzas, unos comandados por las forestales oscuras atacaran la zona sur de Gilneas, mientras que la otra la destinan atacar el norte hacia la Aldea Piedra Ígnea, por mi parte parece que voy a estar bastante tiempo haciendo guardia dado que me han asignado a defender el distrito de la catedral.

 

Después de otras horas mas nos informan que han tomado la Aldea Piedra Ígnea fácilmente, al parecer sus defensores estaban desorganizados dado que no esperaban que nosotros les atacásemos, por otro lado en el sur al parecer no lo están teniendo tan fácil, un ettin llamado Koroth esta aplastando a nuestras fuerzas, mientras que los huargens han rechazado a nuestras fuerzas que se adentraron en el bosque negro, tiene pinta de que vamos a tener mas problemas que esos.

 

Cuarta entrada:

 

A pasado un día y nos llega un informe de que hemos perdido el control de Piedra Ignea, y que al parecer los huargens y gilneanos han unido sus fuerzas, se están preparando para atacar la ciudad, sin embargo nos han ordenado que nos mantengamos en los distritos que nos asignaron porque no estamos seguros de por donde atacaran.

 

Unos minutos después empezamos a oír ruidos de lucha en el distrito de mercaderes, nos preparamos para apoyar a nuestros soldados pero el distrito ya a caído, luego oímos mas ruidos en el distrito militar y mas tarde en el patio de Cringris, justo donde esta Lady Sylvanas, acudimos a socorrerla pero los gilneanos tratan de impedírnoslo, sin embargo su líder retrocede y después el resto de gilneanos acaban retrocediendo, seguimos avanzando hasta que nos encontramos con Lady Sylvanas que nos ordena volver y prepararnos para evacuar la ciudad porque vamos a iniciar el plan.

 

Después de que el emisario de los orcos hablara con Lady Sylvanas y volviera a su nave de guerra, el sumo ejecutor  nos ordena volver a la base avanzada con todos los suministros que hemos podido cargar y a ponernos las mascaras.

 

Una vez hemos vuelto a la base avanzada comienza a ejecutarse el plan, nuestras catapultas y soldados comienzan a soltar la peste sobre la ciudad para matar a todo huargen o gilneano que haya en su interior, sin embargo huargens montados en murciélagos que no pudimos recuperar empiezan a bombardearnos, nuestros francotiradores comienzan a dispararlos hasta que se retiran devuelta a la ciudad, momentos mas tarde nuestro puesto de la costa nos informa que los huargens y gilneanos se han retirado de la ciudad, y están refugiándose en un puerto que al parecer hay barcos de elfos de la noche fondeados, al parecer tratan de huir pero por lo visto los orcos se nos adelantaron y comienzan atacarlos, mientras nosotros continuamos con el plan de pestear la ciudad.

 

Toda va sin ningún problema hasta que vemos que la nave de guerra orca se mueve irregularmente hasta nuestra posición como si fuera a impactar contra nosotros, el comandante Escabechina nos ordena desesperadamente que corramos a donde sea hasta que la nave impacta y explota.

 

Tuve suerte de salir con vida de esa explosión, además del comandante bastantes renegados lograron evitar la explosión y Lady Sylvanas había vuelto a Argenteos antes de iniciarse el plan, otros no tuvieron tanta suerte, como se les a podido ocurrir a esos locos lanzarnos una nave de guerra a modo kamikaze. El comandante nos ordena reagruparnos rápidamente a la espera de otro ataque sin embargo no llega, por lo que comenzamos a reconstruir la base a la espera de mas refuerzos.

 

Quinta entrada:

 

Han pasado unos días y siguen sin dar señales de vida los huargens, los refuerzos han llegado por lo que iniciamos a retomar la ciudad, tómanos los dos distritos superiores sin encontrar resistencia alguna y retomamos el control de Piedra Ignea, todo transcurre muy tranquilo, demasiado para nuestro gusto, es posible que nos tengan preparado una trampa, pero entonces los huargens comienzan a hostigarnos, nos preparamos para rechazarles pero empiezan a usar una táctica de guerrilla, cuando los tenemos acaban desapareciendo delante de nuestras narices.

 

Cada vez tendré menos tiempo para escribir si continúan con esta táctica.

 

Sexta entrada:

 

Los ataques continúan, los boticarios nos han traído una peste que los orcos han permitido su uso pero no tiene efecto algunos sobre los huargens, ni tan siquiera los debilita lo mas mínimo, para empeorar las cosas hemos perdido la comunicación con nuestros puertos de avanzada tanto las de la costa como la de Piedra Ignea, nos están dejando aislados del resto de nuestras tropas, si esto continua así a pesar de ser mas acabaran por derrotarnos.

 

Séptima entrada:

 

Ha llegado una Val’kyr con algunos mortacechadores, pero no tienen pinta de que nos vaya ayudar mucho a derrotar a los huargens, cada vez nos hostigan mas y mas, y ese maldito ettin no para de causarnos demasiadas bajas, ojala alguien acabara de una vez con su infeliz existencia.

 

Mas tarde el comandante Escabechina nos informa de que humanos de Ventormenta han acampado en la Ciudad de Gilneas, por lo visto hemos perdido totalmente la ciudad y les llegan mas refuerzos en barcos desde el oeste, al parecer han superado nuestro bloqueo marítimo con una clase de submarino que nos esta empezando a lanzar misiles contra nuestra base avanzada.

 

Octava entrada:

 

No me queda mucho tiempo, los huargens han atravesado nuestras defensas, han acabado por superarnos, no creo que vaya a sobrevivir pero si algún renegado encuentra este diario si no resulta destruido por los huargens debe destruirlo dado que a mi ya no me queda tiempo para hacerlo, no debe de acabar en las manos de los orcos porque contiene información que ellos desconocen.

 

Ya se acercan...

 

 

En una pequeña hoguera Remuros Sombrius se rascaba la barbilla pensativo mientras sostenía el diario que le había despojado a un huargen después de haberlo matado.

-Por ti antiguo camarada, cumpliré tu ultima voluntad –arrojo el diario al fuego que lentamente lo volvió cenizas- nadie sabrá nada de este diario…. Bueno dejándonos de tanta seriedad haber cuanto me dan en el mercado renegado por esta piel de huargen, que la ultima resulto tener muchas pulgas.

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