Cassandra Mustang
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Información del personaje | |
Género | Femenino |
Raza | Humana |
Clase | Monje |
Estado | Viva |
Trasfondo[]
Hija de comerciantes de Uldum, ha vivido toda su vida en el continente de Kalimdor viajando por las distintas rutas comerciales del continente en la carreta familiar, principalmente entre asentamientos humanos y ciudades goblin controladas por el cartel Pantoque. En uno de estos viajes nació Cassandra, en una carreta en mitad del pantano, sus padres la llamaron así en honor a unas resistentes flores capaces de abrirse paso hacia la vida en las condiciones mas adversas, confiando en que tales propiedades pasarían a su pequeña.
Durante sus primeros años de vida creció sin residencia fija, cosa que no le importo demasiado, fascinada ante las maravillas que pasaban ante sus ojos a medida que recorrían el continente de Kalimdor, ajena a la mayoría de peligros y miserias que podía encontrar en esas tierra tan poco amables.
Tras la caída de Theramore todo cambió, tanto ella como su familia intentaron alcanzar Gadgetzan para buscar refugio en los reinos del este, por desgracia la caravana en la que viajaban fue asaltada por bandidos, uno de los guía goblin se la había jugado al grupo a cambio de un generoso donativo, y Cassandra y su madre fueron capturadas y vendidas como esclavas, después de que su padre trata inútilmente de protegerlas, perdiendo la vida en el intento.
Para garantizar su colaboración y comportamiento, la separaron de su madre, dejando a esta como camarera en una taberna y llevando a la joven Cässandra de un lado a otro en una caravana goblin, cocinando, lavando la ropa y remendando telas o haciendo cualquier otra tarea que se le encomendase. Su belleza, donde destacaba su dorada cabellera, no paso inadvertida y a punto estuvo de ser vendida en un burdel de Gadgetzan, por suerte la oferta no fue aceptada por su captor por considerarla insuficiente.
Aquello la hizo abrir los ojos y espabilar, y busco la manera de, además de útil con las faenas diarias, ser lo suficientemente rentable a sus captores como para rechazar las distintas ofertas similares que pudieran llegar, por lo que cada vez que llegaban a una población se dedicaba a hacer los juegos malabares con pelotas y mazas que había aprendido en sus días de libertad durante los viajes familiares. Su brillante maniobra no solo le salvo de aquel humillante destino sino que le granjeo cierto respeto (siempre desde el punto de vista de una esclava) entre el resto de la compañía, cada vez que llegaban a un poblado las criaturas que lo habitaban se acercaban al puesto a verla actuar, ya fueran goblins, elfos u orcos, contribuyendo a que las ventas de los mercaderes goblin aumentara.
A pesar de que su maniobra fue un acierto al principio, acabo convirtiéndose en un arma de doble filo, pues la fascinación por sus artes unidas a su belleza provoco que empezaran a llegar más y más ofertas, así que empezó a mejorar su espectáculo introduciendo nuevos instrumentos y, sobre todo, el fuego. Aquello provocó que corriera la voz de pueblo en pueblo y en lenguas que desconocía, las peticiones tanto de tabernas como particulares llegaban a diario, dejándoles grandes beneficios a su captores.
Durante alrededor de un año Cassandra viajo acumulando éxito entre grandes pueblos y ciudades de todo tipo llegando incluso a olvidar su condición de esclava y olvidando el peligro latente de ser vendida a cualquier desalmado en cualquier momento, sin embargo a medida que repetían algunas rutas se dio cuenta que su espectáculo iba decayendo por lo repetitivo del mismo, desde entonces tuvo que trabajar duramente día a día para introducir algo nuevo en cada espectáculo, introduciendo una algunas danza que había aprendido de los pueblos nómadas de Uldum, pero sabía que llegaría el día en que se le acabarían las ideas y se desharían de ella, pero no podía huir sin poner en peligro a su madre.
Deprimida, a punto estuvo de quitarse la vida una noche, fue tras una actuación en la que un Sin´dorei de ropajes elegantes estuvo cerca de adquirirla, cuando una conversación casual llego a sus oídos. Dos goblins hablaban en voz baja de ella de forma burlona entre chanzas, a pesar de no hablarlo con fluidez pudo descubrir que su madre había fallecido meses atrás debido a unas letales fiebres.
Tras muchos minutos en silencio asimilando que estaba sola, paso el resto de la noche llorando de pena y rabia hacia sus captores, y pensando en la forma de escapar y hacérselo pagar al mismo tiempo. La ocasión se presento pronto, durante una tormenta de arena mientras cruzaban los bastos desiertos de Uldum, la propia Cassandra guio la caravana directamente hacia la tormenta presa de la rabia, en medio de la confusión consiguió escapar pero no calculo los riesgos, aquella tormenta era una de las mas violentas que había visto (y había visto muchas en su vida), por lo que pronto se desoriento, acabando paulatinamente con el agua y alimentos, sola y en medio de la nada.
Cuando las ultimas fuerzas le abandonaba y su mejilla acaricio la fría arena en medio de la noche, cuando se hacia a la idea que sus cadáver sería presa de las aves carroñeras, que dejarían sus huesos limpios hundirse bajo las arenas y borrar de la faz su breve y penosa existencia, mientras perdía la conciencia le pareció escuchar voces no muy lejos, "una alucinación fruto de la desesperación, la última" pensó mientras se sumía en la oscuridad.
Apariencia[]
Lo más destacable a primera vista es su larga y preciosa cabellera dorada, especialmente cuando el fuego se refleja brillante sobre ella durante las actuaciones, provocando un efecto hipnótico junto al fuego. A pesar de su procedencia, su piel es bastante blanca a diferencia de los nativos de Uldum, destacan también sus grandes y almendrados ojos azules. Sus facciones son delicadas, nariz fina y ligeramente respingona y boca pequeña, con labios carnosos que suele llevar pintados de rojo en sus actuaciones.
Su complexión es atlética y fibrosa, sin llegar a ser musculosa, su cuerpo es esbelto y estilizado debido a su oficio de bailarina, y su estatura media tirando a alta entre las humanas. Suele llevar togas, velos y faldas de colores llamativos que se ajusten bien a su cuerpo y a su cimbreante forma de caminar.
Siempre huele a perfume, utiliza aceites de Azahar, Jazmín y Sándalo, en la actuaciones suele aplicar gran cantidad sobre sus muñecas para extenderlo por la estancia a medida que baila, uniendo al espectáculo además del oído y la vista, el sentido del olfato.
Carácter[]
Su vida itinerante de esclava le ha forjado un caracter muy desconfiado hacia los desconocidos, la primera impresión que da es de una persona tímida y reservada a la que le gusta mantener las distancias, nada mas lejos de la realidad, en las distancias cortas, cuando se siente con confianza, suele mostrar su lado mas dulce, divertido y pícaro, pero también cuando esta de mal humor suele mostrarse cínica, burlona y malhablada como respuesta, suele ser directa en sus comentarios por embarazosos que resulten aunque sin la intención de herir la mayor parte de las veces, a modo de autodefensa.
Debido a la dura vida que ha llevado como esclava sigue manteniendo algunas costumbres como pedir permiso para cualquier cosa básica y acatar ordenes e instrucciones de forma docil y sumisa ante quienes considera la autoridad en función de la situación.
Familiares[]
Ninguno que conozca sigue vivo.