Asalto al Desembarco del León
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| Información de la Batalla | |
| Fecha | 06/12/2012 |
| Lugar | Espesuras de Krasarang, Pandaria |
| Resultado | Victoria de la Horda |
| Beligerantes | |
La Horda
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La Alianza
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| Comandantes | |
Heinrich Sturume
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Trasfondo:[]
El Señor de la Guerra Sangrastil tenía una misión para la nueva unidad de la expedición que se había sumado recientemente a sus filas: traerle la cabeza de Heinrich Sturume, un avezado capitán originario de Kul Tiras que había hundido aquel mismo día dos barcos de la Horda de Grito Infernal. Para ello, la expedición de Pandaria y un grupo de soldados regulares deberían ir al asalto del Desembarco del León para poner fin a la vida de aquel orgulloso humano que desafiaba al Jefe de Guerra y a sus hermosos navíos.
Texto de la batalla:[]
Los expedicionarios y las fuerzas regulares cruzaban la bahía del Desembarco del León bien entrada la noche mediante varios esquifes, tratando de llegar en el más absoluto silencio. Sin embargo, Rhen'ka estimó oportuno que una distracción sería más eficaz que un asalto sigiloso, por lo que montando en su vermis de escarcha se abalanzó contra los jinetes de grifos que patrullaban el espacio aéreo, provocando cierto tumulto que fue aprovechado por la infantería para poner escalas en los barcos de Sturume y abordarlos sin causar alerta.
Ya dentro de los navíos, los intrusos repararon para su sorpresa que estaban vacíos y sin ocupantes a los que dar muerte. No obstante, en ambos se plantó dinamita gracias a las indicaciones de la tauren Brarghiia. A la salida del puerto, el capitán Sturume les esperaba acompañado de un nutrido cuerpo de protectores de la fortaleza, dispuesto a cobrarse las vidas de sus enemigos.
El estallido repentido de la dinamita de los barcos dio la suficiente cobertura a los asaltantes para esconderse cerca de una empalizada de la entrada, mientras el objetivo se retiraba dentro de la fortaleza junto a sus guardianes, que resultaron ilesos. Aprovechando una de las grietas del muro que no estaba reparado, los expedicionarios y los soldados regulares de la Horda que los acompañaban penetraron dentro del Desembarco del León, siguiendo al Capitán Sturume, que entró rápidamente en una torre-prisión.
Sus persecutores le dieron alcance y acabaron con él junto a sus acompañantes, aun perdiendo en la lucha a varios guerreros de refuerzo. Empero, el alboroto causado atrajo la atención de un contingente entero de la Alianza que sitió la torre y dejó atrapados a los miembros de la Horda. Una goblin tiradora de élite, que todavía disponía de cargas explosivas, las colocó en lo más profundo de las mazmorras, en el lado más cercano al mar. Protegiéndose con un escudo sagrado y un campo mágico, los expedicionarios aguantaron la detonación y escaparon por el boquete que el estallido creó regresando al mar y nadando hasta la zona de la playa controlada por la Horda (desembarazándose de piezas metálicas previamente para no ahogarse por el peso).